Ante los graves hechos de violencia policial ocurridos este viernes 2 de octubre en el Puente Pío Nono en la ciudad de Santiago, como Fundación Los Ojos de Chile, manifestamos:
Nuestra más profunda y sincera solidaridad con el adolescente atacado y su familia. Esperamos su más pronta y completa mejoría. Declaramos también nuestro más categórico repudio al extremo actuar represivo por parte de Carabineros de Chile. El uso desproporcionado de la fuerza nuevamente tiene graves y trágicos resultados para la ciudadanía, donde además de existir personas afectadas directamente, es toda la sociedad a la cual se le amedrenta y se le imposibilita ejercer su legítimo derecho de manifestación pacífica, el cual debe estar garantizado por el Estado.
La violencia desmedida y fuera de toda norma, la omisión de auxilio oportuno, los intentos de minimización de los hechos y que el Gobierno no haya presentado una querella como medida que garantice una investigación diligente y adecuada, confirman que la institución de Carabineros se encuentra en una triple crisis de control, desempeño y legitimidad para la cual es urgente iniciar su proceso de refundación, y que dicha institución y su actuar, cuenta con el respaldo del Gobierno.
Lo ocurrido, es un síntoma de una crónica anunciada y que se ha desarrollado a vista y paciencia de las autoridades de nuestro país. El Estado debe responsabilizarse de lo ocurrido, investigando y sancionando a los responsables penales, administrativos y políticos.
Exigimos que existan inmediatas y contundentes garantías de no repetición respecto de las violaciones a los Derechos Humanos en nuestro país. Partiendo por la destitución del General Director Mario Rozas, ya que es imprescindible iniciar al más corto plazo la refundación que necesita Carabineros de Chile. El no ha contado ni cuenta con el mando, voluntad política ni legitimidad ciudadana para iniciar dicho proceso.
Solicitamos que una vez que Rozas deje el mando de la institución, sea una autoridad civil quien tome el control de Carabineros de Chile y dé inicio al proceso de refundación en el más breve plazo. Este proceso debe contar con la participación amplia y vinculante de la sociedad civil, el único actor que puede dar cuenta de su experiencia como receptor del servicio de la seguridad pública que entrega la policía.
Por mucha justificada desconfianza que haya levantado Carabineros con su actuar, no debemos permitir que esto escale hasta hacer tambalear el consenso de que es necesario contar con un cuerpo encargado de protegernos y garantizar la seguridad pública. El cual debe contar con legitimidad y reglas claras para una adecuada garantía, fomento, defensa y respeto a los Derechos Humanos. Es por ello, que durante el proceso se debe contar con la colaboración y acoger las recomendaciones de las agrupaciones de víctimas y organizaciones de Derechos Humanos.
Es fundamental la existencia de reconocimiento, verdad, justicia, reparación integral y sobre todo, garantías de no repetición para todas las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos y la sociedad en su conjunto, para que este octubre sea recordado como el que dio inicio a un histórico proceso constituyente y no como un horrible deja vu.